Sun Sze Ma escibió hace 3.700 años lo siguiente: “El médico corriente cura la enfermedad, el médico bueno cura a la persona y el médico excelente a la sociedad” una frase que sintetiza la visión holística de la Medicina Tradicional China que poco a poco está haciendo mella en la medicina moderna e incorporándose en el desarrollo del enfoque multidisciplinar psicología y psiquiatría en el terreno de lo corporal y el de la biomedicina al ámbito de lo mental y lo emocional.
Pues bien, la consolidación del modelo médico tradicional mecanicista donde no es posible la visión en conjunto y que entendemos hoy por superespecialización médica y su alianza con la industria farmacéutica y biotecnológica ha provocado una situación paradójica: la medicina que debía velar por la salud y el bienestar, está provocando una crisis generalizada que se caracteriza por el aumento de enfermos y enfermedades, del gasto sanitario e incluso, por el fracaso de los sistemas de salud. Especialmente por su capacidad para comprender o tratar enfermedades degenerativas, crónicas y sistémicas. De ahí la urgente necesidad de cambiar el paradigma en el ámbito de la salud… entre otros.
Estudios sobre condicionamiento han demostrado que el sistema nervioso está implicado en la modulación de respuestas del sistema inmune. Las células del sistema nervioso contienen receptores para moléculas reguladas por el sistema nervioso central como la serotonina, la histamina, la dopamina, los andrógenos, la acetilcolina, las endocrinas y otras. La activación de impulsos eléctricos del sistema nervioso simpático está conectada con el sistema inmunitario influyendo directamente en las enfermedades denominadas infecciosas y en las inflamatorias.
Existe una relación directa entre el sistema inmune y el neuroendocrino especialmente en situaciones de estrés. El sistema endocrino lleva a cabo funciones de balance homeostático y participando en la ingesta, reproducción, termorregulación, comportamiento emocional y funciones endocrinas cumpliendo asimismo un papel clave en la regulación del sistema inmune.
Existe un gran número de mediadores que conectan los sistemas nervioso e inmune: hormonas, neurotransmisores, quimioquinas, neuropéptidos, citoquinas, etc.
El psiquiatra George Engel inspirado por Ludwig von Bertalanfly, plateó en la revista Science una una propuesta de sistemas integrados que se formuló como Modelo Bio-psicosocial de la Salud integrando 3 tipos de factores: Los biológicos en los que se centra la medicina convencional, los psicológicos relacionados con la personalidad, el comportamiento, las motivaciones, necesidades y creencias, y los sociales que es el contexto donde el paciente se mueve y se relaciona.
Este planteamiento implica una dura crítica a las biomedicinas al aseverar que las alteraciones bioquímicas no suponen en sí mismas enfermedades sino que deben ir acompañadas de otros factores individuales o sociales.
La propuesta de Engel no va dirigida a promover avances en técnicas de diagnóstico o tratamiento sino que supone una nueva concepción de las propias relaciones entre médico y paciente potenciando la responsabilidad de éste y ampliando la visión del primero al integrar las necesidades individuales y sociales.